Francis Frankeski o la poética del buen oficio.
Es fácil encontrarse últimamente
con una gran profusión de
informaciones relacionadas con la masonería, a través de publicaciones, vídeos,
páginas webs, blogs, etc. Entre ellas abundan los textos que hablan del trabajo en una Logia, también
sobre los distintos Ritos y la
práctica ritual. Paradójicamente, muchos están escritos por masones que no se
caracterizan por asistir con frecuencia a su taller, otros que ya no lo son e
incluso por personas que no pertenecen a la masonería y que jamás han
presenciado el desarrollo de una tenida. Todos intentan desentrañar con mayor o menor fortuna el misterio que embarga a aquellos que
comparten el trabajo en un Taller Masónico.
Relatar una emoción no es tarea
fácil. En el caso que nos ocupa, para empezar hay que ser un iniciado, es decir
una persona que pertenezca a la Masonería, además debe estar comprometida con
sus ideales, tener una sensibilidad especial y , como no, saber contarlo.
Porque expresar un sentimiento profundo es casi tan difícil como describir un
amanecer.
Francis Frankeski sorprende
gratamente. Este miembro de Le Droit Humain, transmite a través de
hermosas palabras la sensación que compartimos dentro de una
Logia, esa comunión equilibrada entre lo material y lo espiritual que
consigue
trasladarnos a otro tiempo, en otro lugar. A través de un relato claro y
concreto, de una manera notable, va
introduciéndonos en el verdadero espíritu que debe presidir un buen
trabajo masónico, capaz de crear
entre sus miembros sólidos lazos de unión y forjando la cadena que los
une a la vez que avanzan en la
construcción del templo de la humanidad
Frankeski no se conforma con
describir admirablemente el ánimo que nos distingue como iniciados, también cuenta con rigor no desprovisto de
elegancia, el buen uso las herramientas necesarias para un buen trabajo: la escuadra, el compás, los malletes,
el cincel, la plomada, la regla.... A través de ellas articula el proceso del trabajo de la
logia, de los oficiales y de sus responsabilidades; el buen hacer en cada
oficio, la importancia de las
Obediencias, de los Ritos y la práctica correcta de los rituales, desvelando
con la experiencia que da haberlo vivido, los matices más sutiles de la
práctica de la masonería. Pero también nos alerta de los
peligros de la ambición personal, de las actitudes desprovistas de significado
y de la falta de compromiso.
Recalcando la importancia del trabajo en común a través del silencio, la
fuerza de la palabra y el verdadero
sentido de la fraternidad.
La Logia es descrita como un microcosmos, símbolo y esquema del ser humano, donde cada una de sus facetas se ve reflejada en una acción, en un oficio, en una actitud. Una particularidad de este libro es estar escrito por un miembro de Le Droit Humain, que practica sus rituales, y ceremonias y que ha aprendido el oficio en esta particular escuela de pensamiento. Muestra una manera de hacer propia de una orden con más de 110 años de existencia, nacida del ideal de nuestros Fundadores: Maria Deraismes y Georges Martin que combatieron con las ideas para lograr la igualdad entre los seres humanos sin distinción de raza, sexo o condición social, extendiendo a través de esa lucha una verdadera conciencia universal.
Este libro explica bien lo que hacemos y es bueno para todos nosotros; lo recomendaría especialmente a los maestros de las logias y como no, a las personas que se acercan a la masonería .
Felicitaciones a la Fundacion María Deraismes por
haber tomado la decisión de publicar libros escritos
mayoritariamente por miembros de nuestra Orden y a Francis Frankeski por
regalarnos un hermoso tiempo de lectura.
Antonio Ceruelo
Pasado G.M. Adj. O.M.M.I. Le Droit Humain.
Para comprar el libro sin gastos de envío: TRISQUELION LIBROS.
1 comentario:
El sabado lo compré y ayer domingo lo leí...magnífico, muy recomendable...
Gran reflejo de una logía...desde luego muchos HH.·. deberían leerlo...aunque no compartas la vision.
Saludos,
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