El Mundo real es una excusa para seguir trabajando.
Muchas veces nos sentimos frustrados porque queremos situarnos en el mundo ideal de cómo queremos que sean las cosas, ideas, sueños, imposiciones sociales o de la educación recibida,como si fueran una meta en la que debemos estar.
Pero lo ideal no es un lugar, es una luz, una fuente de atracción que marca el camino de nuestras vidas, el cauce que seguirán nuestros pasos.
En el mundo real es donde los masones vivimos. Vivimos, con todo lo que ello conlleva. Y es en el mundo real donde nuestros trabajos y nuestras obras tienen sentido.
Fraternidad, Libertad, Igualdad. Son ideales, solo ideas, pero la forma como vivimos nuestras vidas las hacen entidades reales, llenas de significado. Es hoy, aqui y ahora el momento y el lugar en el que viven los masones. Es el mundo en el que cada día aparece el sol el que debemos trabajar, porque es en este mundo en el que mujeres y hombres, niños y mayores pueden ser felices o padecer.
Un masón tiene el deber de trabajar para que la Luz que ilumina el trabajo interior ilumine la vida de todos los seres humanos.
Y no podemos esperar a una promesa futura, se sufre hoy, y se puede ser feliz hoy.
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