sábado, 30 de julio de 2011

La masonería secular frente a la crisis planetaria (II)

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Las logias han pasado "del culto a la cultura" (Mourgues) a caer, aunque no siempre, en cubículos envilecidos por soliloquios incoherentes en los cuales, cualquiera -apostando impúdicamente por la ignorancia de algunos y la tolerancia fraternal de otros- podría permitirse hablar sin que importe para que, ni porqué, ni los motivos. Puesto que si la Francmasonería ha podido ser presentada, de una manera humorística, como "una comunidad de espíritus contradictorios", el hecho es que, metidas en el torbellino actual de ideologías y de creencias, las Obediencias liberales se han visto obligadas a defenderse palmo a palmo para no ser convertidas -bajo el pretexto de una pretendida "libertad de pensamiento"- en un extravagante cajón de sastre donde triunfaría la arbitrariedad más enloquecida.

Sin embargo, en estos tiempos, la civilización ha sufrido importantes transformaciones o degradaciones:
  • explosión demográfica
  • crisis económicas mundiales
  • revoluciones informáticas y científicas
  • contaminaciones diversas de la biosfera
  • falseamiento o pérdida de los valores tradicionales
  • espantosas psicosis sectarias o integristas que llevan a la alienación a numerosos individuos e incluso a sociedades enteras.
Los problemas sociopolíticos que han sido expuestos hace ya mucho tiempo en los foros internacionales, se han convertido en planetarios. Las patrias nacionales llevan camino de transformarse en una "patria-tierra", según el título del famoso libro de Edgar Morin (que inspiraba, ya en su día, el tema de reflexión del 11º coloquio de Ferrette en 1994).

Es por tanto toda la humanidad la que se encuentra obligada a optar por opciones éticas que traspasan las fronteras geográficas, étnicas o culturales.

¿Entonces qué reformas se podría proponer llevar a los principios éticos? ¿Y en virtud de criterios?

La masonería secular que tiene vocación de contribuir a la perennidad, a la libertad y la dignidad de todos los humanos -sin exclusiones racistas, sexistas, filosóficas o sociales- debe necesariamente asumir su parte de responsabilidad ante las opciones fundamentales...

Sin embargo para lograr llevar, aunque sólo sea mínimamente la utopía masónica a la realidad deberían:
  • concentrar decididamente la reflexión sobre los grandes temas éticos evitando simplemente -como algunos pretenden- cualesquiera reminiscencias religiosas rescatadas del naufragio de los catecismos de la infancia, o empantanándose -como otros se empeñan- en divagaciones esotéricas revestidas en una pseudoerudición más grotesca que efectiva...
la masonería secular -que no es ni una asociación lúdica para adultos beatíficos, ni una parodia de siniestras sectas milenaristas, apocalípticas u ocultistas que abusan, alienan y expolian sin vergüenza a sus ingenuos adeptos -debemos procurar no dejarnos contaminar ni por las supersticiones de maníacos seguidores de misterios escalofriantes, ni por las encantaciones delirantes de sectarios pertenecientes a cualquier integrismo.

Es necesario también que la masonería exija firmemente a todos sus miembros una rectitud en sus actividades profanas, que sea compatible con los ideales que se encuentran en la logia... porque las declaraciones conformistas -incluso las más atrayentes- no pueden reemplazar la justicia y la bondad en la práctica cotidiana.

Es ridículo envolverse en decoraciones masónicas cuando uno se sabe indigno de asumir su significado iniciático...

Ser Francmasón obliga a eliminar de uno mismo los vestigios latentes de una maldad -por no decir "crueldad"- inherente a todos los humanos...

La masonería trabaja en la perfección del ser humano...
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miércoles, 27 de julio de 2011

Condolencias de la Federación Española




La Federación española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, El Derecho Humano, quiere manifestar su más absoluta consternación por los hechos acaecidos en Noruega el pasado fin de semana al tiempo que manifiesta su más fuerte oposición a cualquier tipo de violencia basada en filosofías soportadas en la religión, cualquiera que esta sea, o en la supremacía de una raza sobre otras. Quiere aprovechar estos dolorosos momentos para insistir en el laicismo como elemento integrador y en la multiculturalidad como base del enriquecimiento de todos los seres humanos

lunes, 25 de julio de 2011

El Espacio y el Tiempo


El geómetra debe ser capaz de medir el espacio operativo y de convertirse con mesura en obrero especulativo, adquirir la cultura de las herramientas y el culto del conocimiento, de la evaluación justa al sentido de lo preciso, así como a la rectificación necesaria.

Su campo de acción tiene por límite el mundo, pero por fortuna la masonería le ofrece un campo de experimentación y un lugar de repetición más práctico: la logia.

El Geómetra es más fuerte en razón a la arquitectura de su trabajo aqui y ahora, es decir el sabe que su obra no puede ser llevada más allá de donde se encuentra.

Teniendo en cuenta la longitud del camino, la dureza de su trabajo, así como las mejores condiciones que debe crear para tener éxito.

El arquitecto proyecta y construye su edificio que seguramente les sobrevivirá.

Él piensa mañana, y pasado mañana, que su salario es también su orgullo por haber hecho una obra útil y bella. Habrá construido y transmitido, permitiendo que esta cadena intemporal se prolongue.

Nosotros únicamente hacemos labores de siembra la recolección la hará la generación siguiente.

De El arte de oficiar en logia de Francis Frankeski proxima publicación de la Fundación Maria Deraismes

miércoles, 20 de julio de 2011

La masonería secular frente a la crisis planetaria (I)

La masonería está llamada a cambiar el mundo. 
La tarea no es superior a sus fuerzas con la condición de que se convierta en lo que debe ser  (Oswald Wirth).

Tras sus inicios históricos, en 1717, la franc-masonería especulativa ha sufrido cuatro transformaciones sucesivas que se mantienen cada una, hasta la actualidad, en paralelo con aquella que la precedió.
La Masonería fue inicialmente una fraternidad crística cuyos propósitos se confundían con el "orden  moral"  de las religiones cristianas;
después -en la segunda mitad del XVIII- deviene en mística al añadir sus connotaciones cofesionales a las de otros sistemas teístas.
Estos dos aspectos -crístico y posteriormente místico- han  conformado una masonería cuasi-religiosa.

Así la Gran Logia Unida de Inglaterra, emitía un ultimátum el 4 de setiembre de 1929 a todas las potencias masónicas correspondientes sobre la obligatoriedad de la creencia en un Dios revelado, confirmado de nuevo en 1975: "la Franc-Masonería debe ser considerada como un apoyo de la Religión"

En el XIX, la Masonería -siguiendo la moda de la época por los misterios exóticos y taumatúrgicos- se libera de las doctrinas religiosas y deviene en esotérica; a finales del siglo XX -tras un período de anticlericalismo militante provocado por las calumnias, difamaciones y condenas vaticanas- la Masonería se convierte en laica delimitando sus ideales institucionales a la elevación moral de cada uno de sus miembros y al progreso de la humanidad a través de las aportaciones de sus logias a las cuestiones éticas.
En mi opinión, la Masonería liberal -y particularmente "Le Droit Humain", sin que esto signifique una acepción exclusiva- debe ser considerada como "secular" en tanto que trata de evolucionar de manera armoniosa con las realidades sociológicas y culturales de su tiempo, en tanto que la tendencia conservadora y conformista de la Masonería histórica se declara "regular" -como el clero "regular" de las órdenes monásticas- y se consagra a la práctica de una regla normativa (los "landmarks") conservados bajo su barniz religioso de buena calidad.....

Se hace necesario precisar sin embargo que para "El Derecho Humano" "secularizar" no significa "desacralizar", puesto que la especifidad iniciática de sus logias es fielmente respetada del grado 1º al 33º, en todo el mundo. Por el contrario la transformación de la masonería arcaica llamada "regular" en masonería "secular", ha convertido parte de las logias religiosas o seudo-religiosas de la Masonería de antaño, en Logias laicas.


Texto perteneciente al libro "El Templo de Cristal" de Leon Nisand, ex-Gran Maestre adjunto de la Orden Masónica Mixta Le Droit Humain- El Derecho Humano.

viernes, 15 de julio de 2011

El bucle de la piedra bruta.

Magnus Enckell
 
La construcción, tanto en lo operativo como en lo especulativo, es un proceso que requiere un orden, una sucesión de pasos, una evolución progresiva.

Es por ello fundamental para el aprendiz masón ser consciente de que su aportación al edificio social es aún una meta a largo plazo, una meta a la cual no podrá aspirar hasta que no haya concluido un profundo periodo de aprendizaje y silencio.

La edificación no puede llevarse a cabo sobre una base inestable, sobre un soporte que ponga en peligro el equilibrio del templo. Los cimientos deben ser fijados con firmeza, empleando para ello materiales capaces de soportar el peso del conjunto, capaces de elevar el plano a una tercera dimensión.

Sólo así se conseguirá que el ideal llegue a ser una realidad tangible.

Los materiales no siempre son válidos; hay piedras demasiado dañadas por la erosión, hay piedras demasiado grandes y demasiado pequeñas, hay piedras punzantes que pueden dañar a los obreros y ralentizar la construcción del templo.

Por ello, para asegurar el desarrollo de los trabajos, todos los materiales han de pasar una serie de aplomaciones, una serie de pruebas que demuestren su validez, su resistencia, su perfectibilidad.

El resultado de las aplomaciones, con su carácter democrático, es decisivo a la hora de seleccionar o descartar una piedra. Sin embargo, el hecho de que un material haya sido aceptado no implica que esté listo para la construcción del templo; al contrario, todo el material que se obtiene de la tierra está lleno de impurezas, su apariencia es geométricamente irregular, tosca, imperfecta.

Esto no debe preocupar al obrero a la hora de trabajar con la materia prima; él es capaz de convertir los metales en oro, de domesticar a las bestias, de volver perfecto todo aquello que en un principio no lo sea por su naturaleza. Solo necesita esfuerzo y perseverancia. Solo necesita sus útiles de trabajo.

El constructor es capaz de transmutar los elementos con sus manos. Es un mago, un alquimista; él conoce los secretos del Arte, domina la técnica, comprende las matemáticas.

El constructor ha sido iluminado por la razón, ha sido instruido para el correcto uso de las herramientas.

La piedra bruta, por tanto, es un elemento de gran importancia para los masones, pues solo a partir de ella y del trabajo constante sobre cada una de sus asperezas podrá llegar a realizarse el ideal consensuado de una comunidad heterogénea.

El perfeccionamiento de la piedra es una tarea diaria independientemente del grado.

Cuando de repente alguien te reconoce como maestro resulta que, paradójicamente, tú sigues empuñando un cincel. Y es entonces cuando vuelves a guardar silencio, cuando comprendes que un título no es representativo si aún hay imperfecciones que combatir.

El desarrollo masónico es un bucle infinito, es un trabajo en apariencia rutinario como el de Sísifo, y sin embargo no hay nada más apasionante que el compromiso con uno mismo, con un trabajo libre y dinámico que va desde el mediodía hasta la medianoche y trae como aliciente, al terminar la jornada, el salario de la paz mental.

Del trabajo al descanso, del descanso al trabajo.

miércoles, 13 de julio de 2011

Thérèse Willekens ha fallecido

 
La hermana Thérèse Willekens ha partido al Oriente Eterno recientemente. Socióloga de formación, representante de Bélgica en varios encuentros internacionales, dedicó gran parte de su vida a la masonería mixta, siendo fundadora de varias logias de las federaciones belga y francesa de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain -El Derecho humano

En su caminar masónico ocupó la veneratura en varias ocasiones y desde 1999 al 2001 fue Gran Maestre Nacional (presidenta) de la Federación belga de la OMMI El Derecho Humano. Entre sus obras masónicas destacan "Cartas a Valerie" y la triología sobre el trabajo en logia azul, "La Plomada", "Viajes" y "Akakia" que a finales de año editará en español la Fundación Maria Deraismes.

domingo, 10 de julio de 2011

El Naturalismo



El Naturalismo, una base filósofica para sostener la espiritualidad laica.

Más bien, es una perspectiva filosófica que mejor se resume con la frase, lo real es natural y lo natural es real.

Seis rasgos de naturalismo, comúnmente aceptados, incluyen:


(1) sólo es real el mundo de la naturaleza y este es objeto de la ciencia (principio de racionalidad);


(2) nada, fuera de lo natural, es necesario para explicar su origen o su fundamento ontológico (principio de la autonomía de la realidad);


(3) la naturaleza como un todo puede entenderse, sin apelar a ninguna especie de inteligencia o agente finalista (principio de la contingencia);


(4) todos los eventos naturales son producidos por otros eventos de acuerdo con las leyes físicas universales (principio de la complejidad sistémica).


(5) el ser humano es responsable del mantenimiento de la armonía natural (principio de la dimensión ambiental).


(6) el cuidado del planeta debe ir aparejado al respeto a los derechos humanos (principio de la justicia global)


http://www.revolucionnaturalista.com/
http://www.tendencias21.net/Es-posible-un-naturalismo-religioso_a6592.html

miércoles, 6 de julio de 2011

Masones sin mandil y el trabajo fuera de Logia

  
Ayer sufrí un accidente de coche.
Nadie gritó, todo fue ayuda, calor humano y apoyo.

Ayer leía el correo transatlántico de una amiga.
Gente que aprende el lenguaje de señas para ayudar y son ellos los que reciben ayuda.

El mundo, y las personas que vivimos en él, somos mejores de lo que nos quieren hacer creer. Algunos dicen que el hombre es un lobo para el hombre, que hay que poner salvaguardas ya que por naturaleza nos destruiríamos. Tampoco en las más crudas condiciones, en Japón lo estamos viendo, esto es así.

El ser humano se construye con el ejemplo, con la educación, y este es el trabajo fuera de Logia de los masones, con o sin mandil.

Construir el mundo en el que queremos vivir, no dejar que nos lo construyan.

Cada día, con el ritmo diario de la vida. No hacen falta acciones heróicas, el héroe, la heroina eres tu, repetando al otro cada día, no siendo una marioneta, evitando acomodarte en la prisión. Viviendo la vida como quieres que sea vivida.

He dicho

viernes, 1 de julio de 2011

Iniciados y profanos

Arnold Böcklin, El Bosque sagrado, 1882

Podría comenzar con una perogrullada, la diferencia entre un iniciado y un no iniciado radica precisamente en eso, el primero ha pasado unas pruebas que le confieren el derecho a pertenecer a un determinado grupo, el segundo no. Aquí podría terminar la historia aunque evidentemente no se trata de evidenciar una cuestión de perogrullo sino de adentrarse en las diferencias que puedan existir entre dos personas en las que se den las circunstancias apuntadas.
Para nuestra Real Academia un iniciado es, bien quien comparte el conocimiento de algo reservado a un grupo limitado, bien aquel que pertenece a una sociedad secreta. Es evidente para todos que la segunda acepción no tiene nada que ver con nosotros y que es muy improbable que quienes hicieron la propuesta de este trazado pensasen en esta opción; queda por tanto la cuestión cerrada a la primera de las acepciones aunque, desde mi punto de vista, se trate de algo que tampoco tiene demasiado que ver con lo que es y representa la masonería hoy en día. Todos sabemos que nuestro secreto es que no hay secreto así que no parece que la respuesta vaya por ese camino.

A lo largo de la historia han existido sociedades iniciáticas tanto en oriente como en occidente, en realidad en cualquier sociedad se dan este tipo de rituales pero entiendo que debemos llevar nuestra reflexión por otro camino y centrarla, de forma exclusiva en la masonería y más concretamente en una manera muy determinada de entender el trabajo masónico como es el de nuestra Orden.

Quienes nos sentamos en las columnas de las logias no compartimos, en la actualidad, secreto alguno, aunque sí conocimientos. Conocimientos que vienen de una larga tradición y a los que incorporamos los trazados en los que, hermanos y hermanas, nos explican como entienden el discurrir por la vida de la mano de las herramientas de trabajo masónico y que son diferentes, y complementarias, en cada uno de los grados por los que vamos pasando en nuestro camino en pos de un conocimiento que nunca llega a ser total, y que, precisamente por eso, debemos estar en situación de aprendizaje permanente, ser siempre aprendices ostentemos el grado que ostentemos.

Quienes ocupamos las columnas de la francmasonería universal, los iniciados en nuestros diferentes ritos, compartimos, además, algo más que el conocimiento de unos símbolos y su traslación a nuestra vida personal y profana. Hablo de una filosofía, una manera de entender las relaciones entre hermanos libremente escogidos y hacia aquellos con los que nos relacionamos en el mundo profano. No vamos a negar la existencias en ese mundo de personas que comparten los mismos valores que nosotros, sería pueril y hasta me atrevería a decir que poco masónico, aún cuando no hayan sido iniciados, son los que denominamos “masones sin mandil” que deben cargar con la carencia que supone la falta del conocimiento dado por el componente iniciático y simbólico de nuestras Órdenes u Obediencias.

Se nos inicia para comenzar una andadura en pos del conocimiento y la búsqueda de la luz que nos lleva a poner en práctica los ideales de libertad, igualdad y fraternidad sin que por este hecho esperemos ningún tipo de rentabilidad o recompensa. Quizás en esto se encuentre la clave, el quid de la cuestión. Al iniciarnos, renunciamos a los metales y con esta renuncia, asumimos que, de nuestro trabajo nunca se van a derivar beneficios personales más allá de los estrictamente espirituales.
He dicho