lunes, 17 de diciembre de 2012

Emilie de Breteuil, Mme du Châtelet.

El 17 de diciembre de 1706 nació Emilie de Breteuil, más conocida como Mme du Châtelet. Murió el 10 de septiembre de 1749. En este último trance estuvo acompañada de los tres hombres más importantes de su vida: su marido, el liberal y tolerante marqués de Châtelet, y sus amantes, Voltaire y Saint-Lambert. Este  artículo fue publicado en El País, el 16 de diciembre de 2006, coincidiendo con el 300 aniversario del nacimiento de Mme du Châtelet.

Madame Voltaire


Si la vida de los humanos se midiera en siglos y no en raquíticas décadas, el 17 de diciembre cumpliría trescientos años Gabrielle-Émilie Le Tonnelier de Breteuil, que fue por matrimonio marquesa de Châtelet. ¡Y tantas otras cosas! Pero ante todo, por encima de todo, contra todo, se dedicó a la filosofía y no al prejuicio, a la ciencia y no a la superstición, a la pasión y no a la gazmoñería, al juego y no a la oración, a la felicidad y no al renunciamiento. No se entregó al confesor ni a la familia, sino a Voltaire. Y cuando años después comprobó que el enciclopedista, además de descuidarla por otras, ya flaqueaba a la hora sagrada del empuje erótico, se buscó un amante joven y vigoroso, incluso demasiado vigoroso quizás. Hizo bien, que caramba: chapeau!


Todo le interesaba, 
desde los estudios bíblicos 
a las matemáticas o el teatro. 
Y, por supuesto, la música

El lector que se interese por 
esta mujer genial debe leer 
su Discurso sobre la felicidad 
Han pasado tres siglos y hoy abundan las mujeres -no tantas como podría suponerse, desde luego, pero hay bastantes- que llevan sin especial alharaca vidas razonablemente semejantes a la de Madame de Châtelet. Seguramente no traducen la Eneida ni comentan a Newton, no discuten de física con los mayores sabios de la época mientras se codean con príncipes y se acuestan con duques, pero se las apañan bastante bien para ser cultas y libres. En los días de la divina Émilie, estos comportamientos eran mucho más insólitos e improbables. Ella fue pionera. Además de a su talento y su coraje intelectual, se lo debió a su padre: el barón de Breteuil, un viejo diplomático que la educó como a un varón en cuanto se dio cuenta de que era más lista que casi todos los varones que conocía. La misma Émilie reivindicó años más tarde ese derecho a la educación: "Si yo fuera el rey, reformaría un abuso que condena por así decir a la mitad del género humano... Haría participar a las mujeres en todos los derechos de la humanidad y sobre todo en los del intelecto... Estoy persuadida de que muchas mujeres o ignoran sus talentos, por el vicio de su educación, o los esconden por prejuicio y falta de coraje en su espíritu". De modo que Émilie aprendió latín, italiano e inglés. Todo le interesaba, desde los estudios bíblicos hasta las matemáticas o el teatro. Y también por supuesto la música, para la que estaba bien dotada: en las reuniones sociales, a la menor provocación, cantaba las arias de Issé con indudable excelencia.

A los diecinueve años la casaron con Florent Claude, marqués de Châtelet, y tuvo suerte otra vez. El marqués era un militar simple pero tolerante, que admiraba sinceramente a su mujer y pronto le concedió toda la libertad que en la época era compatible con el buen tono. Además era gallardo y apasionado, cosa que su mujer apreció al principio en todo su valor. Émilie hablaba de ciencia o filosofía con los hombres sabios, pero con otros que no lo eran tanto también encontraba formas placenteras de relación. Al marqués le dio un heredero y una hija, en rápida sucesión, de los que se ocupó sin entusiasmos maternales desbordantes pero sin descuido: la marquesa se esforzó siempre por compaginar deber y placer, con mejor o peor fortuna. ¿No he dicho ya que era sabia? Pues lo fue, sin duda, no sólo cultivada o lista. En sus aposentos nunca faltaban cuatro o cinco mesas cubiertas de libros abiertos, infolios, apuntes, cálculos... cada una de ellas dedicada a uno de los estudios que tenía en marcha. En todos sus retratos famosos (el de Choisel, el de Marianne Loir...) aparece con el compás en la mano. Tradujo La fábula de las abejas, de Mandeville, y escribió un libro de divulgación, Instituciones de física, para su hijo de doce años, en el que combina la metafísica de Leibniz con las nuevas ideas de Newton. ¡Ah, cómo se resistían a las ideas de Newton los académicos franceses! Oponían los torbellinos de Descartes a la acción a distancia y malentendían el resto. La marquesa, defensora elocuente de las novedades newtonianas, polemizó sobre las "fuerzas vivas" con el secretario de la Academia de Ciencias, un soberbio pelmazo llamado Dortous de Mairan. ¡Ella, una simple mujer, que por tanto no podía entrar en la docta casa! El doctor Dortous trató de apabullarla con mucho desdén y pocos argumentos desde su elevado cargo, recibiendo el inequívoco revolcón por parte de su adversaria, que le pulverizó tras advertirle, memorablemente, al comenzar su respuesta: "Yo no soy secretario de la Academia, pero tengo razón, que es algo que vale más que todos los títulos...".

Entonces, llegó Voltaire
Ella le admiraba desde tiempo atrás, disfrutaba con su teatro (por difícil que hoy pueda parecernos) y veía desde lejos el fulgor de su encanto social, nimbado por el escándalo de los devotos y el desdén de la nobleza chapada a la antigua. Después se encontraron en la Ópera, una amiga servicial preparó una cena íntima y a partir de ahí, el uno para el otro... sin dejar de ser cada cual para sí mismo, desde luego. Émilie tenía veintiocho años, Voltaire cuarenta. En el castillo familiar de Cirey se prepararon un refugio de estudios y amores, con la benévola comprensión del tolerante marqués. ¡Compartían tantas cosas! Ambos apenas comían, les bastaba con dormir tres horas, pero no paraban de charlar (a menudo en inglés, para guardar sus secretos), disfrazarse para hacer teatro, leer a los clásicos y sobre todo a los modernos, hacer experimentos de física y química, criticar a los pedantes y coquetear con todo el mundo. Voltaire la admiraba, de eso no cabe duda: nunca tuvo un amigo más inteligente ni mayor complicidad con nadie. También sentía algo así como una rara ternura (¡él, tan seco, tan cáustico!) por su lado convencionalmente femenino, aficionada con exageración a las joyas, perifollos y potingues de maquillaje. La llamaba "Madame Newton-Ponpón", a la vez la más erudita de la clase y la que soñaba con que todos los chicos la sacasen a bailar. Cuarenta años más tarde, en su dormitorio de Ferney, a la cabecera de su cama, el gran iconoclasta sólo tenía como estampa que velase su sueño el retrato de la marquesa de Châtelet.

En dos cosas, empero, diferían sustancialmente y ambas eran pasiones de Émilie no compartidas por Voltaire. Primero, la afición al juego de naipes, que estuvo a punto de arruinarla más de una vez y que a él le parecía una pérdida de tiempo pero sobre todo de dinero (Voltaire tenía muy desarrollado el instinto comercial). Y desde luego la entrega al arrebato erótico, que en ella era una vocación desbocada y en él sólo una serie de amables pasatiempos. En su Discurso sobre la felicidad, Émilie defiende ambos arrebatos precisamente por su carácter de desbordamiento emocional: "Pasiones tendríamos que pedirle a Dios si nos atreviéramos a pedirle alguna cosa... Supongamos, por un momento, que las pasiones hagan a más personas desgraciadas que felices; digo que, aun así, seguirían siendo deseables, porque es la condición sin la cual no se pueden gozar grandes placeres; y no merece la pena vivir si no es para tener sensaciones y sentimientos agradables; y cuanto más vivos son los sentimientos agradables, más felices somos". De modo que cuando se convenció de que Voltaire, pese a su tierno afecto, le hacía menos caso que a Federico de Prusia (que cuando invitaba al filósofo especificaba que fuera solo: en Sans-Souci no entraban ni curas ni mujeres) o a su lasciva sobrina Madame Denis, comprendió que había que buscar la pasión en otro lado. Y así llega a su vida Saint-Lambert, diez años más joven que ella, un pisaverde bonito al que se entrega con un entusiasmo amoroso que primero le halaga y luego le asusta. Para colmo, el muy torpe la deja embarazada. A su edad, en aquella época, es mal asunto. Sin embargo guarda para ella sus peores presagios y se apresura a acabar su magna traducción comentada de los Principia, de Newton. En septiembre de 1749 da a luz una niña perfectamente sana, pero ella muere de fiebre puerperal dos días después, a punto de cumplir los cuarenta y tres años.

El lector que se interese por esta mujer valerosa y genial debe leer su Discurso sobre la felicidad. La edición en castellano de Isabel Morant (editorial Cátedra, colección Feminismos, 1996) cuenta con una excelente introducción y va seguida de una selección de su correspondencia. Este año, la editorial Nivola ha publicado una breve biografía con simpáticas ilustraciones, pensada para un público adolescente como cualquiera de nosotros, escrita por Élisabeth Badinter y Jacqueline Duhéme: Las pasiones de Émilie. Yo he tomado prestado el título -llamativo pero algo reduccionista- de este artículo a Gilbert Mercier, autor de la biografía (ligeramente) novelada Madame Voltaire, editorial de Fallois, París, 2001. Por lo demás, la recuerdo -es decir, imagino que la recuerdo- cualquier noche en sus aposentos de Cirey, trabajando compás en mano y pluma de oca en ristre a la luz temblona de los candelabros. En su dedo anular lleva la sortija de cornalina cuya piedra cede a una pequeña presión para descubrir el minúsculo retrato secreto, que primero fue el del marqués de Châtelet, luego el del conde de Guébriand (por cuyo abandono estuvo a punto de suicidarse), más tarde el del sabio Maupertuis, y el del duque de Richelieu, y sin duda el de Voltaire, desplazado luego por la efigie del fatal Saint-Lambert... Lances del corazón, que nos hacen a la par felices y desdichados. Pero, frente a ella, esta madrugada, se abren los volúmenes del amor que no traiciona, el de sir Isaac Newton. Y por el abierto ventanal vemos brillar las estrellas, aparentemente ingrávidas pero racionalmente graves, muy graves... ¡Chiss, salgamos sin hacer ruido, la marquesa estudia! Buenas noches, Émilie.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Masonería: No a la violencia de género

Nos hacemos eco del comunicado de la Federación Francesa de nuestra Orden que sobre la violencia de género hacía público días pasados. No es necesario decir que nos sumamos en todos sus términos a lo que en él se expresa máxime si tenemos en cuenta que nuestro país no se encuentra, desgraciadamente, libre de esta plaga que es la violencia de género y que se pùede hacer extensiva a otros tipos de violencia relacionada con el género.

La Federación Franacesa de la Orden Masónica Mixta Internacional le DROIT HUMAIN (El DERECHO HUMANO) ha publicado, desde el año 2002, propuestas tendentes a luchar contra la plaga de la violencia que sufren las mujeres. Comprendían sobre todo medidas preventivas como la introducción de este problema en la formación inicial y continua de todos los profesionales concernidos por el problema ( jueces, magistrados, cuerpos de seguridad, abogados y abogadas, trabajadores sociales, docentes ....) la generalización de la información en el medio escolar sobre el respeto mutuo entre chicas y chicos y la desaparición de los estereotipos en los manuales escolares. Se preconizaba en ellas igualmente, asegurar de un modo real y eficaz la ayuda a las víctimas mediante el refuerzo de los medios económicos con los que se dota a los organismos competentes en esta materia.

Reafirmamos que la violación es la expresión más violenta de la relación de dominio del hombre sobre la mujer y debe ser considerado como un crimen y tratado como tal mediante la aplicación de las leyes en vigor. La primera Orden Masónica Mixta, considerando que la mixidad es una condición necesaria para el progreso de la humanidad, ha sido fundada sobre el principio de igualdad absoluta entre hombres y mujeres. La mixidad es condición indispensable para que la humanidad progrese. Es indispensable que las mujeres se beneficien de iguales prerrogativas y obligaciones que los hombres. Una sociedad justa y fraterna no puede tolerar ninguna forma de violencia sea manipulación, rechazo, humillaciones y agresiones de cualquier tipo contra las que es necesario luchar.

16 de octubre de 2012

La Fédération Française de l’Ordre Maçonnique Mixte le DROIT HUMAIN avait dès 2002 publié des propositions permettant de lutter contre le fléau des violences faites aux femmes. Elles comportaient surtout des mesures préventives comme l’inscription de ce problème dans les formations initiales et continues de tous les professionnels concernés ( magistrats, policiers, avocats, gendarmes, médecins, travailleurs sociaux, enseignants….), la généralisation de l’information en milieu scolaire sur le respect mutuel entre garçons et filles et la disparition des stéréotypes de comportement dans les manuels scolaires. Elles préconisaient également d’assurer de manière réelle et efficace l’aide aux victimes en renforçant les moyens financiers dévolus aux organismes compétents dans ce domaine.
Elle réaffirme que le viol est l’expression la plus violente du rapport d’emprise et de domination de l’homme sur la femme et doit être considéré comme un crime et traité comme tel par l’application des lois en vigueur.
Le premier Ordre Maçonnique Mixte, considérant que la mixité est une condition nécessaire au progrès de l’humanité, a été fondé sur le principe, de l’égalité absolue entre hommes et femmes. La mixité est une condition nécessaire au progrès de l’humanité. Il est indispensable que les femmes bénéficient des mêmes prérogatives et des mêmes obligations que les hommes. Une société juste et fraternelle ne peut tolérer aucune forme de violence telle que manipulations, déchéances, humiliations et agressions contre lesquelles il convient de lutter.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¿A la Gloria de la Humanidad y al Progreso del Gran Arquitecto?

Discúlpeseme el título, pero es la humorada que se me ocurre para ese doble llamamiento de A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y al Progreso de la Humanidad con el que se comienzan algunas planchas y se abren en ocasiones los trabajos en L.·. Llamamiento, que en una de sus versiones admite sólo el de al Progreso de la Humanidad, pues si lo redujéramos a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo su proponente tendría una advertencia muy seria del V.·.M.·., y con razón, pues estaría contraviniendo uno de los principios básicos de la Masonería Universal: su dedicación a la mejora del género humano.
Es el Progreso de la Humanidad el eje por el que cualquier masón, sea de la Obediencia que sea, regular o liberal, hombre o mujer, se reconoce en su H.·. o Hna.·. como tal y es, así, reconocido.
Cualquier otra distinción: la mixicidad, el rito, la creencia deísta o teísta o ninguna creencia, el símbolo… será motivo de diferencia en la interpretación, la valoración, la importancia que le demos y por ende, motivo de lejanía, por más que tantas otras cosas nos unan.
Entonces, ¿por qué mantener una invocación que no une más de lo que la Masonería en sí lo hace? ¿Qué virtud tiene esa invocación al GADU para que se mantenga? ¿Acaso su desaparición privaría al H.·. de su creencia? ¿Acaso se le haría de menos en la L.·.? ¿Perdería importancia su trabajo y su pensamiento en el T.·.? No lo creo.
Soy consciente de que puestas a la inversa estas preguntas, sobre si la mención a GADU hace al ateo o al agnóstico sentirse menos fraterno o incómodo con su H.·. o Hna.·. creyente tendría la misma respuesta: No.
Entonces, ¿por qué plantear su eliminación como invocación ritual en las planchas y trabajo en L.·.? Pues, en mi opinión, porque no aporta nada al trabajo que hacemos. Porque está en el origen del cisma de la masonería en el XIX. Pero sobre todo, porque es un “metal”, y si dejamos fuera del T.·. los “metales” ¿qué sentido tiene que lo introduzcamos como apertura de los trabajo? Me parece que es un contrasentido.
Cierto es que esa invocación tan etérea de Gran Arquitecto, tan llena de interpretaciones, desde la más cercana a un ser superior antropomorfo, pasando por la de una fuerza cósmica, a la de una partícula quántica -pues una característica del librepensamiento es su capacidad para ir de lo más concreto y empírico a lo más amplio y simbólico-, es la forma más sincrética que pudiera aceptar cualquier creyente.
Y si esto es así -que a lo mejor no-, ¿es la fórmula del GADU el mínimo común denominador en que cualquier masón, con un sentido de la trascendencia, se siente cómodo? O ¿algunos preferirían una mención más expresa y personal, más reconocible en la iconografía? No lo sé. Pero me llama la atención la defensa que se hace de esa parcela del libre pensamiento ligada a la invocación de algo tan polimorfo. Algo que lo es todo y es nada en concreto.

Y más en una Obediencia en la que se dan por superadas las Constituciones de Anderson, tanto en el papel que le niega  a la mujer como en su apertura a cualquier ser humano sin importar su creencia religiosa o ausencia de ella; quedando como una recomendación en su Constitución y Reglamento el emplear las dos invocaciones: a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y al Progreso de la Humanidad o, sólo, la segunda; pero en ningún caso la primera sin la segunda. Lo que vendría a indicarnos que nuestro objetivo no es GADU, sino la Humanidad.

En mi opinión, es una concesión, que como la carga de profundidad que la Constitución española de 1978 se tragó con la mención a la Iglesia católica en su texto, tras declarar solemnemente que “ninguna religión tendrá carácter estatal”, -si no la “tendrá”, ¿para qué la mencionas?- introduce un ruido en el trabajo del T.·.

Si la opción de creer o no creer en GADU es una facultad libérrima de la conciencia de cada masón, ¿no lo tendría, en cualquier caso, presente si no lo menciona? ¿Necesita GADU que alguien trabaje a su gloria? ¿Para qué poner al GADU al inicio de trabajos, planchas…? No lo entiendo.

Y esta es mi opinión, dicha sin la intención de incomodar a ningún H.·. o Hna.·., que GADU aparte, me son más queridos que la desaparición de este, para mí, “ruido”.

Ricardo.

domingo, 28 de octubre de 2012

Martha Craven Nussbaum



Desde este blog, queremos felicitar a la prestigiosa filósofa neoyorquina Martha C. Nussbaum, sobre quien ha recaído el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de este año.

Poseedora de un enfoque innovador, sustentado en su formidable formación clásica (helenista erudita), con una extensa obra ensayística y con un abanico de intereses muy amplio (el amor, la compasión, la justicia social, la educación, los sentimientos, la libertad, la cultura, la política, etc.), especialista en los grandes clásicos de la filosofía griega como Aristóteles y Platón, es una firme defensora de la enseñanza de las Humanidades. 

En su libro El cultivo de la humanidad: una defensa clásica de la reforma en la educación liberal (Paidós ibérica, 2005), aboga por la enseñanza humanística como una forma de aprender a pensar de forma rigurosa y crítica y de impulsar los valores éticos universales que ella propugna.

Defensora de una ciudadanía mundial, apuesta por el cosmopolitismo socrático ("Yo soy un ciudadano, no de Atenas o Grecia, sino del mundo", como algo imprescindible para valorar la diversidad humana. Nussbaum piensa en nosotros mismos como una serie de círculos concéntricos, siendo el mayor de todos el de la Humanidad. Así, en su libro Los límites del patriotismo: identidad, pertenencia y "ciudadanía mundial" (Paidós ibérica, 1999), la tarea del cosmopolita consistiría en “atraer estos círculos hacia el centro” para que toda la humanidad nos sea tan familiar como nuestros compatriotas.

Su enfoque holístico la ha llevado a colaborar durante los últimos 25 años con el premio nobel de economía Amartya Sen, en la elaboración y el perfeccionamiento de un modelo alternativo de evaluación del desarrollo humano: el llamado «enfoque de las capacidades». En su libro Crear capacidades: propuesta para el desarrollo humano (Paidós ibérica, 2012), distingue entre el avance económico de un país que refleja el PIB y el progreso en educación y desarrollo de sus ciudadanos, para analizar de una manera más realista, y socialmente más justa, los factores que afectan a la calidad de la vida de una persona. Capacidades que debe definir cada comunidad de acuerdo con sus fines específicos. Nussbaum reniega del concepto contractualista del ciudadano, según la cual los seres humanos se unen exclusivamente por la búsqueda del beneficio mutuo. Según Nussbaum, alguien se percibe como ciudadano merecedor de un trato digno, por el sólo hecho de formar parte de la especie humana.

Como comentamos en este mismo blog hace algo más de un año (Un ¿nuevo? paradigma), no podemos por menos resaltar la vigencia de las palabras del H.·. Georges Martin, fundador de nuestra Orden: "La Francmasonería Mixta no se trata de un nuevo culto sino de una filosofía humanista que pretende impregnar sus valores en el terreno social. El Derecho Humano, la paz entre los pueblos de toda la tierra, la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad: he ahí los preceptos de la Francmasonería Mixta que darán a luz a la justicia, la tolerancia y la solidaridad”.
Hermano Franklin

sábado, 27 de octubre de 2012

Entrega de los IV Premios Progreso

 Fotografía La Nueva España de Oviedo

Ayer viernes, 26 de octubre, y un año más la Logia Progreso de Oviedo ha entregado sus IV Premios a la Labor Social.


En esta ocasión el reconocimiento de la la logia ha recaído en el colectivo CSOA La Madreña y la Tertulia Feminista Les Comadres.

Los primeros como representación de la auténtica expresión democrática que se aglutina bajo la etiqueta 15-M y que adquiere múltiples formas y maneras de enfrentarse a una crisis que es algo más que económica ya que tiene importantes implicaciones sociales y políticas al poner en entredicho una manera caduca de entender las relaciones entre representantes y representados.

Las segundas como reconocimiento a un colectivo de larga trayectoria de reivindicación del papel de la mujer en la sociedad. Otra forma de rebeldía frente a lo establecido y en busca de una sociedad en la que ser hombre o mujer no tenga más importancia que la puramente biológica.

En el acto, celebrado una vez más en el salón de actos del espacio municipal La Lila, intervinieron Pedro-José Vila en nombre de la Fundación María Deraismes que apoya estos galardones desde sus inicios, los galardonados, la presidenta de Les Comadres y una portavoz en representación de La Madreña, y cerró el acto el Presidente de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, José Alberto Hidalgo, actuando como maestro de ceremonias el Presidendente de la logia ovetense Iván Fernández.

Pedro-José Vila habló de la labor de la Fundación y de la figura de Maria Deraismes, así como del trabajo de la Fundación en la difusión de sus ideas y de la masonería mixta y humanista que representa el Derecho Humano. En otro momento de su intervención hizo una referencia a la Dra. Nussbaunn, destacada filósofa humanista que también recibía un reconocimiento más o menos en el mismo momento y a poca distancia del lugar en el que la Logia Progreso homenajeaba a los dos colectivos  galardonados este año.

Por parte de los galardonados intervino María quien explicó el trabajo y cómo había nacido el Centro Social Ocupado Autogestionado La Madreña, en un intento de devolver a la ciudadanía un espacio que había sido público y que terminaba en manos privadas, en pleno boom de la burbuja inmobiliaria, para la construcción de viviendas de lujo. La Madreña lleva a cabo actuaciones culturales y formativas abiertas al público sin la menor restricción. María también hizo hincapié en el feminismo en el que creen, el igualitario entre hombres y mujeres.

Intervino a continuación la Presidenta de Les Comadres, Begoña, quien nos relató la historia -ya larga- de la asociación gijonesa, reivindicó el papel de masonas como Rosario Acuña, Clara Campoamor y la propia Maria Deraismes de quien aprovechó una cita para cerrar su intervención.

El acto fue cerrado por el Presidente de la Federación Española de Le Droit Humain que puso de manifiesto el trabajo de la Logia Progreso y la coincidencia, cada cual a su manera, entre los fines de la masonería y los de las asociaciones galardonadas.

Con un pequeño intercambio de opiniones entre los asistentes se dio por cerrado el acto,  que en algunos días se podrá seguir en nuestra videoteca.




martes, 23 de octubre de 2012

Los medios de comunicación ¿el cuarto poder?


Isabel Barragán Vera - Tercera Información

En las últimas décadas, los medios de comunicación de masas se han ido integrando en grandes grupos de comunicación, que hacen que conceptos utópicos e idealistas como cuarto poder, pluralismo, independencia o prensa libre queden relegados a uno único concepto, el marcado por el poder económico, en el que hoy en día los medios están totalmente integrados. En este contexto, en esta sociedad-mercado en la nos encontramos, vivimos de ilusiones prefabricadas, como el pluralismo, la independencia, la creencia en una prensa libre o de un Cuarto Poder; creados para que la sociedad viva de la forma menos crítica posible, y así los medios de comunicación masivos puedan seguir influenciando en su vida cotidiana a través de mensajes uniformes y superfluos.

Los medios de comunicación forman parte del Sistema de Mercado, donde el neoliberalismo y la privatización se erigen sobre cualquier principio ético. De esta forma, los mass media quedan totalmente insertos en el poder económico, que los utiliza para difundir mensajes disfrazados de verdad, siendo en realidad informaciones interesadas, que transmiten los valores propios del sistema a través de un mensaje hegemónico y permanente de consumo mediante la creación de falsas necesidades.

Para comprender o, al menos intentarlo, el entramado de poder económico que se esconde tras los medios de comunicación de masas, es necesario interrelacionar una serie de elementos, vinculando lo local, lo nacional y lo mundial. De esta forma, podremos ser conscientes de la relación existente desde el punto de vista económico y, por tanto, de la falsa independencia, entre los medios de comunicación que consumimos cada día, con grandes conglomerados mediáticos que no sólo poseen medios de comunicación, sino que también están vinculados a otros sectores productivos, como el sector financiero, el armamentístico, el automovilístico o el aeronáutico.

Esto supone un beneficio implícito desde el punto de vista económico, pero también hace que un grupo determinado pueda manipular a la población sobre las ventajas de las empresas que forman parte del mismo a través de los medios de comunicación de los que dispone. Así, los grupos empresariales se sirven de la manipulación informativa para obtener, conservar y aumentar su poder.
Esta situación es consecuencia del libre mercado, que ha ido evolucionando hasta degenerarse y culminar en el neoliberalismo irracional existente en nuestros días, mediante la concentración económica y la flexibilidad del poder político y legislativo en todos los ámbitos, también en el de los medios de comunicación. Éstos, como buenas empresas, se sirven de la concentración económica para multiplicar beneficios e influencia. Esta consideración de los medios de comunicación como parte del poder económico, forma parte de la corriente Economía Política de la Comunicación, corriente crítica y heterodoxa contraria al pensamiento dominante marcado por el Sistema de Economía de Mercado.

Una alternativa a todo esto es Internet, que invita a un pluralismo real a través de multitud de páginas web y blogs, donde existe esa diversidad de opiniones, pero la gran parte de los mensajes que llegan a la población procede de los medios de comunicación convencionales, que están sometidos al mercado.  

viernes, 19 de octubre de 2012

La regla, instrumento clave de la Masonería

 
En la mano del aprendiz sirve para regular y controlar la forma de la piedra bruta que talla, a ajustar su verticalidad y horizontalidad. En las manos del Compañero será de ayuda para situar la piedra pulida; en las manos del Maestro herramienta de dibujo y proyección. Para el masón especulativo significa tanto el infinito, el ideal inalcanzable, como la medición del tiempo de su trabajo: 24 pulgadas, 24 horas, que dividida por el 3, número y edad,  nos da 3 veces ocho: ocho horas para trabajar, ocho para el ocio, la manutención y la formación y ocho para el descanso. 

La regla, símbolo según Boucher, de la precisión en la ejecución, es junto con la espada que defiende y el ojo que vigila, uno de los tres elementos que componen la joya del Experto, aquel oficial que vigila nuestro rito y trabaja para la perfección simbólica de nuestro ritual. Therese Willekens en su libro La Plomada  nos cuenta que el Experto, cuando entra el recipiendario por la puerta baja y estrecha, pone la regla como dintel. Se hace la entrada al Templo bajo la ley de lo fijo, lo establecido, lo recto y a la vez lo infinito que representa la regla. 

Tomando las palabras de Mainguy: "La regla utilizada de la manera correcta ayuda al masón a encontrar la medida, la precisión y la corrección en su conducta, el orden inherente a todas las cosas, la disciplina diaria, la presencia en el instante, la atención a todo lo que hace, la constancia en su libremente asumido compromiso de realizar la construcción de su templo interior." 

 Esta herramienta, de las llamadas pasivas, las que no implican acción, nos sirve para limitar el espacio y el tiempo, para medir, para dibujar, nos acompaña en los grados de construcción y nos inspira por su uso en lo limitado y su intuición de lo infinito.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Preguntas de un obrero ante un libro



¿Quién construyo Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran sólo nombre de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida, ¿Quién la volvió a levantar otras tantas?
Quienes edificaron la dorada Lima,
¿en qué casas vivían?
¿ Adónde fueron la noche en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales Roma la grande. ¿Quién los levantó?
Sus césares, ¿sobre quiénes triunfaron?
Bizancio, tantas veces cantada, para sus habitantes,
¿ sólo tenía palacios?
Hasta en la legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragó, los que se ahogaban pedían bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿El solo?
Cesar venció a los galos.
¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida.
¿No lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años.
¿Quién la ganó también?

Un triunfo en cada página.
¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años.
¿ Quién pagaba los gastos?

A tantas historias, tantas preguntas.
B. Brecht

domingo, 14 de octubre de 2012

El masón y el trabajo profano





Ante todo, tal como indican los principios de la masonería, señalar que cada miembro de nuestra fraternidad debe tener claro que la ésta no le prohibe ni le exime en ninguna manera de sus deberes y responsabilidades ante la Sociedad en la que vive, sino que le insta a ser ejemplar en el cumplimiento de su trabajo profano, incluyendo en este concepto su vida privada, pública, de negocios y profesional. Los principios de la masonería son claros y no existe conflicto alguno con el deber del Ciudadano, sino que lo refuerza.

Dicho esto pasemos a profundizar un poco más en el tema. Los españoles teníamos fama de ser poco amigos del trabajo, Kant reflexionó ya en sus Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (1764) y en su Antropología en sentido pragmático (1789) sobre los caracteres nacionales y en ambos casos coincide en afirmar que el español se enorgullece de NO tener que trabajar. Y dos siglos más tarde, Díaz Plaja, en su obra El español y los siete pecados capitales, dedica unas cuantas páginas al vicio nacional de la pereza. A pesar de estos antecedentes creo que podemos asegurar que se trata de cuestiones afortunadamente superaradas, parece que el proceso de modernización vivido por nuestro país en las últimas décadas ha generalizado entre nosotros hábitos de trabajo bastante semejantes a los de cualquier otro país de nuestro entorno y que podemos considerar superado un estudio del que se desprendía que solamente el 31% de los españoles estaba de acuerdo con que “cumplir bien con el trabajo es una obligación”. Aún así, y superadas costumbres atávicas, entendemos que  fomentar el valor y la dignidad del trabajo es una tarea importante.

Y ¿de dónde podría venir aquella actitud hacia el trabajo? Quizás la respuesta se encuentre en las mismas raíces de nuestra cultura occidental.

Como sabemos, la civilización grecorromana manifestó muy poco aprecio hacia el trabajo, especialmente cuando se trataba de trabajo manual. Platón consideraba que la producción de riquezas era una ocupación inferior para los seres humanos, tarea propia de esclavos y siervos; el hombre libre debía dedicarse a cultivar su espíritu. También Aristóteles pensaba que “la persona que vive una vida de trabajo manual o de jornalero no puede entregarse a las ocupaciones en que se ejercita la bondad”, añadiendo que “La felicidad perfecta consiste en el ocio”.

La primera revalorización del trabajo llegó con el cristianismo, teniendo en cuenta que su figura principal dedicó, según las fuentes en las que se basa, la mayor parte de su vida terrena al trabajo manual en el banco de carpintero. Por eso la Iglesia de los tiempos apostólicos manifestó hacia el trabajo una estima desconocida hasta entonces. “Si alguno no quiere trabajar, decía rotundamente San Pablo, que tampoco coma” (Tes 3,10). Sin embargo, poco a poco, el influjo de Platón hizo que aumentara la cotización de la vida contemplativa a costa de la activa y en documentos posteriores de la Iglesia Católica (Imitación de Cristo) podemos leer: “Comer, beber, velar, dormir, reposar, TRABAJAR y estar sujeto a las demás necesidades que impone la naturaleza constituye en verdad una gran miseria y aflicción para el hombre piadoso, que quisiera de buena gana verse libre de todo esto”.

Ha sido ya en el siglo XX, especialmente durante los años veinte y treinta cuando aparecieron distintas iniciativas orientadas a promover la dignidad del trabajo y a no considerarlo, de acuerdo con nuestra tradición cultural, solamente como un castigo. Porque, ¿quién no ha oído que el trabajo es un castigo del pecado, porque dijo Dios: comerás el pan con el sudor de tu frente? (Génesis 3,19). El masón no debe caer en la trampa de considerar el trabajo como un castigo sino pensar en el gozo que proporciona el trabajo cuando el hombre ve que, trabajando, comunica a las cosas algo de sí mismo, de su inteligencia, de su voluntad, de su afecto, de su personalidad y que de esta forma las cosas alcanzan su valor.

Valor del trabajo

Ante todo el trabajo en cualquiera de sus múltiples formas es, para quienes no están incapacitados, la forma más digna de obtener el sustento cotidiano.  El trabajo nos ofrece una ocasión privilegiada para servir a los demás ofreciéndoles los bienes y servicios que somos capaces de producir. En la oficina y en la fábrica, en los hospitales y en el campo, los masones debemos trabajar afanosamente para hacer del mundo un lugar cada vez más habitable.

El trabajo sirve también para formar al ser humano. Podemos recordar una famosa frase de Marx: “Todo lo que se puede llamar historia universal no es otra cosa que la producción del hombre por el trabajo humano”. En el proceso de evolución de las especies, nuestros peludos antepasados, como los llamaba Engels, empezaron a ser hombres cuando tallaron algunas herramientas para trabajar y han ido creciendo en humanidad gracias al trabajo. Por eso, el masón espera de su trabajo no “tener más y mejor” sino “ser más y mejor”.

Es frecuente, y en ocasiones erróneo, valorar el trabajo por realidades ajenas al mismo: obtención del sustento cotidiano, posibilidad de mayor consumismo, etc. Pero el trabajo tiene valor por sí mismo, es la producción de una obra. Sin embargo, nos provoca preguntas ineludibles: ¿A quién sirvo yo con este trabajo? ¿En qué forma el trabajo que hago contribuye a consolidar una situación social de tipo más o menos injusto? ¿Cuáles son los intereses de clase, de grupo, que se benefician de mi actividad profesional? Y debemos tener el valor de saber contestarlas.

Por desgracia, para la mayoría de nosotros el trabajo es solamente la venta de un esfuerzo a cambio de un salario, e importa muy poco en qué se emplea ese esfuerzo. De acuerdo con la mentalidad corriente, es posible tener un “buen” trabajo en una fábrica de armas y un “mal” trabajo en una organización benéfica. En varios estudios sociológicos vemos que sin lugar a dudas el 78% de los adultos españoles valoran, ante todo, que el trabajo esté bien remunerado, pero solamente el 39% valora que sea útil a la sociedad aunque ciertamente en la actualidad ya se valora el simple hecho de "tener un trabajo". Quizás por que la máxima latina, primum vivere deinde filosophari, encierra una inmensa verdad, no se puede pensar cuando no se tienen cubiertas unas necesidades vitales mínimas: techo, alimento, sanidad y educación.

He dicho 
Luna

miércoles, 10 de octubre de 2012

Masonería y tolerancia

Comunicado de la Federación Francesa de la Orden Masónica Mixta e Internacional Le Droit Humain, del pasado lunes 24 de septiembre y que por su interés reproducimos y traducimos 

 
En 1762, hace ahora 250 años, se inicia el caso Calas durante el cual Voltaire analiza la cuestión del fanatismo religioso.

Su Tratado sobre la Tolerancia, escrito a continuación, supuso establecer las bases del principio del laicismo:" .....Si queréis que se tolere aquí vuestra doctrina, comenzad por haceros tolerantes y tolerables ......"

La Federación Francesa de la Orden Masónica Mixta e Internacional Le DROIT HUMAIN - El Derecho Humano no puede en consecuencia permanecer en silencio ante la violencia desencadenada por la difusión en Internet de un vídeo islamófobo.

Por tanto se suma a la declaración del Gran Oriente de Francia del pasado día 18 y recuerda que sus miembros están comprometidos en la lucha contra la ignorancia y el fanatismo.

Los principios de la francmasonería adogmática provienen del siglo de las Luces, denominación que puede parecer anticuada pero que por el contrario tiene todo el sentido en el contexto actual.

Únicamente liberándose de prácticas oscurantistas, promoviendo la educación y el espíritu crítico, podrá la Humanidad emanciparse buscando la paz entre los Seres Humanos.

Hemos dicho


 - Communiqué du DROIT HUMAIN -
Lundi 24 septembre 2012

En 1762, il y a tout juste 250 ans, débutait l'affaire Calas au cours de laquelle Voltaire s'illustra en faisant le procès du fanatisme religieux.

Son Traité sur la Tolérance qui suivit posait les prémisses du principe de laïcité : "...Si vous voulez qu'on tolère ici votre doctrine, commencez par être ni intolérants ni intolérables..."

La F
édération Française de l'Ordre Maçonnique Mixte et International le DROIT HUMAIN ne peut donc rester muette face aux violences déclenchées par la diffusion sur le Web d'une vidéo islamophobe.

Elle s'associe en cela à la déclaration du Grand Orient De France, en date du 18 septembre 2012, et rappelle que ses membres se sont engagés à lutter contre l'ignorance et le fanatisme.

Les principes de la franc maçonnerie adogmatique sont issus du siècle des Lumières dont l'appellation, qui peut sembler passéiste, prend au contraire tout son sens dans le contexte actuel.

C'est en se libérant des pratiques obscurantistes que l'Humanité s'est émancipée, en promouvant l'éducation et l'esprit critique dans la recherche de la paix entre les hommes.

Nous avons dit.

sábado, 6 de octubre de 2012

Entrevista al Presidente de la Masonería Mixta Española EL DERECHO HUMANO


Entrevista a José Alberto Hidalgo, nuevo presidente de la Federación Española de El Derecho Humano




José Alberto Hidalgo

José Alberto Hidalgo Piñero fue elegido nuevo Presidente de la Federación española de El Derecho Humano, en el transcurso de la Asamblea Anual celebrada el pasado día 9 de septiembre en Madrid. Hidalgo, extremeño de 52 años, señala en este diálogo con Actualidad Masónica las líneas de trabajo que se ha propuesto emprender. 

– ¿Cuándo y por qué razones decidiste pedir el ingreso en la Masonería? ¿Por qué ingresaste en El Derecho Humano y no en otra obediencia?

– Cuando era joven, me refiero a cuando tenía entre los 12 y los 17 o 18 años, tenía inquietudes, y me gustaban algunos temas, que no era muy habituales en los jóvenes de mi edad. Leía mucho sobre temas “ocultos”, la parapsicología, los ovnis, la Masonería etcétera. Recuerdo que estaba suscrito a una revista que se llamaba Mundo Desconocido. Siempre me atrajo la Masonería. Me identificaba con sus valores, con sus rituales, me gustaba como eran los masones, y sobre todo, me gustaba todo aquello que habían hecho en esta sociedad. Siempre quise ser uno de ellos.

“En la época de los años 70 y 80, no conocía a ninguno de ellos y no sabía cómo ponerme en contacto con ellos. Es cuando llega internet a nuestras vidas, cuando localizo una dirección de El Derecho Humano y mando un correo para solicitar mi ingreso.

“Siempre pensé que por qué la Masonería era de hombres, cuando entre sus pilares fundamentales, está la defensa y el trabajar por la Igualdad en esta Humanidad. Esto nunca lo llegué a entender. Por ello, decidí ingresar en una Orden que considerase iguales a las mujeres y a los hombres, y decidí ingresar en El Derecho Humano. Pero otra de las características que me atrajo mucho de esta obediencia fue, su carácter internacional.

“Respetando a otras obediencias, y respetando mucho su conformación y su composición, considero que El Derecho Humano es una Orden que contempla dos cuestiones esenciales para el trabajo de la Masonería en los tiempos actuales. En el Derecho Humano, trabajan hombres y mujeres en igualdad, y es una Orden internacional. La igualdad entre hombres y mujeres, y el internacionalismo, son esenciales en la masonería actual.

– ¿Qué grandes líneas marcarán tu acción al frente del El Derecho Humano?

– Durante el tiempo que permanezca al frente de la Federación Española del Derecho Humano, junto con mis hermanos y hermanas de la Federación, pretendo consolidar nuestra Federación e ir ampliando nuestra estructura en el territorio español. Otro de mis principales objetivos es dar a conocer a las instituciones españolas y a las entidades sociales nuestra Orden. Y algo que me parece fundamental, trasladar a la opinión pública española qué es la Masonería actual y qué es lo que hacemos en beneficio de esta sociedad.

– Vivimos una época muy complicada en lo social, en lo económico y en cuanto a valores. ¿Cuál es el papel que, a tu juicio, debería jugar la Masonería en este contexto?

– La Masonería, o mejor dicho los masones, tenemos que jugar un papel activo en esta sociedad. La mejor forma de engrandecer la Masonería, es que los masones demos ejemplo de cómo somos, y de los valores que defendemos. Es necesario que la Masonería se convierta en un referente ético, tan necesario en nuestros tiempos.

“Cuando hablo de este tema, siempre me viene a la memoria un comentario que leí un día en un foro de internet. Una persona comentaba lo siguiente: Dicen en mi trabajo, que un compañero que tengo, es masón. Pues si es masón ¡… ojalá hubiera muchos masones, porque mi compañero es una persona ejemplar. La Masonería tiene que hacer llegar su voz a la sociedad, y los masones tienen que ser un referente de comportamiento ético.

– ¿Crees que los masones deberíamos esforzarnos por hacernos más visibles entre los profanos o, por el contrario, opinas que la tradicional discreción de la Orden sigue siendo necesaria?

– Respeto profundamente la decisión individual que cada unos de los masones tome sobre dar a conocer su pertenencia a la Masonería o no. La Masonería es una organización discreta pero no secreta. En este sentido, me gustaría hacer la siguiente reflexión: yo prefiero a un masón que no sea conocido como tal, pero que se comporte como masón en su vida, que a un masón que sea conocido como tal, y que luego en su vida no tenga el comportamiento de lo que dice que es. Prefiero en este caso, a tantos miles de masones que hay en nuestra sociedad y que no tienen mandil.

– ¿Tienes planes específicos respecto al Espacio Masónico de España, organización de la que la Federación Española de El Derecho Humano forma parte?

– Considero al EME, como un foro necesario para la masonería española. Respeto las distintas obediencias que hay en nuestro país, es más, la diversidad siempre es buena, pero hay una cosa clara, hay muchas cuestiones y preocupaciones que nos son comunes a todos, y para eso tiene que estar el EME. En muchos temas, es necesario que la voz de la Masonería sea una voz unida, y desde el EME podemos dar una imagen necesaria para nuestra sociedad, en el sentido de hacer llegar a los ciudadanos y a las instituciones públicas esa voz unida que tiene que darse en el EME. Haré todo aquello que esté en mi mano para fortalecer el EME, porque estoy convencido de que es un elemento necesario y fundamental para la Masonería liberal española.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Clara campoamor, masona, republicana y feminista





El sábado 6 de octubre se levantan las columnas de una nueva logia de la Gran Logia Femenina de España con el nombre de "Clara de Campoamor". En homenaje a esta hermana y con buenos augurios para esta nueva logia ponemos este texto.


Discurso de Clara Campoamor en las Cortes en defensa del voto femenino,

1 de octubre de 1931.

  Señores diputados:

Lejos yo de censurar ni de atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent, comprendo, por el contrario, la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en trance de negar la capacidad inicial de la mujer. Creo que por su pensamiento ha debido de pasar, en alguna forma, la amarga frase de Anatole France cuando nos habla de aquellos socialistas que, forzados por la necesidad, iban al Parlamento a legislar contra los suyos.

Respecto a la serie de afirmaciones que se han hecho esta tarde contra el voto de la mujer, he de decir, con toda la consideración necesaria, que no están apoyadas en la realidad.

Tomemos al azar algunas de ellas. ¿Que cuándo las mujeres se han levantado para protestar de la guerra de Marruecos? Primero: ¿y por qué no los hombres? Segundo: ¿quién protestó y se levantó en Zaragoza cuando la guerra de Cuba más que las mujeres? ¿Quién nutrió la manifestación pro responsabilidades del Ateneo, con motivo deldesastre de Annual, más que las mujeres, que iban en mayor número que los hombres?

¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? ¿Es que no han luchado las mujeres por la República? ¿Es que al hablar con elogio de las mujeres obreras y de las mujeres universitarias no está cantando su capacidad? Además, al hablar de las mujeres obreras y universitarias, ¿se va a ignorar a todas las que no pertenecen a una clase ni a la otra? ¿No sufren éstas las consecuencias de la legislación? ¿No pagan los impuestos para sostener al Estado en la misma forma que las otras y que los varones? ¿No refluye sobre ellas toda la consecuencia de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizada por uno? ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres? ¿Por qué el hombre, al advenimiento de la República, ha de tener sus derechos y han de ponerse en un lazareto los de la mujer?

Pero, además, señores diputados, los que votasteis por la República, y a quienes os votaron los republicanos, meditad un momento y decid si habéis votado solos, si os votaron sólo los hombres. ¿Ha estado ausente del voto la mujer? Pues entonces, si afirmáis que la mujer no influye para nada en la vida política del hombre, estáis –fijaos bien– afirmando su personalidad, afirmando la resistencia a acatarlos. ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder nopodéis seguir detentándolo.

No se trata aquí esta cuestión desde el punto de vista del principio, que harto claro está, y en vuestras conciencias repercute, que es un problema de ética, de pura ética reconocer a la mujer, ser humano, todos sus derechos, porque ya desde Fitche, en 1796, se ha aceptado, en principio también, el postulado de que sólo aquel que no considere a la mujer un ser humano es capaz de afirmar que todos los derechos del hombre y del ciudadano no deben ser los mismos para la mujer que para el hombre. Y en el Parlamento francés, en 1848, Victor Considerant se levantó para decir que una Constitución que concede el voto al mendigo, al doméstico y al analfabeto –que en España existe– no puede negárselo a la mujer. No es desde el punto de vista del principio, es desde el temor que aquí se ha expuesto, fuera del ámbito del principio –cosa dolorosa para un abogado–, como se puede venir a discutir el derecho de la mujer a que sea reconocido en la Constitución el de sufragio. Y desde el punto de vista práctico, utilitario, ¿de qué acusáis a la mujer? ¿Es de ignorancia? Pues yo no puedo, por enojosas que sean las estadísticas, dejar de referirme a un estudio del señor Luzuriaga acerca del analfabetismo en España.

Hace él un estudio cíclico desde 1868 hasta el año 1910, nada más, porque las estadísticas van muy lentamente y no hay en España otras. ¿Y sabéis lo que dice esa estadística? Pues dice que, tomando los números globales en el ciclo de 1860 a 1910, se observa que mientras el número total de analfabetos varones, lejos de disminuir, ha aumentado en 73.082, el de la mujer analfabeta ha disminuido en 48.098; y refiriéndosea la proporcionalidad del analfabetismo en la población global, la disminución en los varones es sólo de 12,7 por cien, en tanto que en las hembras es del 20,2 por cien. Esto quiere decir simplemente que la disminución delanalfabetismo es más rápida en las mujeres que en los hombres y que de continuar ese proceso de disminución en los dos sexos, no sólo llegarán a alcanzar las mujeres el grado de cultura elemental de los hombres, sino quelo sobrepasarán. Eso en 1910. Y desde 1910 ha seguido la curva ascendente, y la mujer, hoy día, es menos analfabeta que el varón. No es, pues, desde el punto de vista de la ignorancia desde el que se puede negar a la mujer la entrada en la obtención de este derecho.

Otra cosa, además, al varón que ha de votar. No olvidéis que no sois hijos de varón tan sólo, sino que se reúne en vosotros el producto de los dos sexos. En ausencia mía y leyendo el diario de sesiones, pude ver en él que un doctor hablaba aquí de queno había ecuación posible y, con espíritu heredado de Moebius y Aristóteles, declaraba la incapacidad de la mujer.

A eso, un solo argumento: aunque no queráis y si por acaso admitís la incapacidad femenina, votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. Yo y todas las mujeres a quienes represento queremos votar con nuestra mitad masculina, porque no hay degeneración de sexos, porque todos somos hijos de hombre y mujer y recibimos por igual las dos partes de nuestro ser, argumento que han desarrollado los biólogos. Somos producto de dos seres; no hay incapacidad posible de vosotros a mí, ni de mí a vosotros.

Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo) detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.

Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.

No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.Cada uno habla en virtud de una experiencia y yo os hablo en nombre de la mía propia. Yo soy diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales.

La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven; que ha sido simpatía y apoyo para los hombres que estaban en las cárceles; que ha sufrido en muchos casos como vosotros mismos, y que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella.

Señores diputados, he pronunciado mis últimas palabras en este debate. Perdonadme si os molesté, considero que es mi convicción la que habla; que ante un ideal lo defendería hasta la muerte; que pondría, como dije ayer, la cabeza y el corazón en el platillo de la balanza, de igual modo Breno colocó su espada, para que se inclinara en favor del voto de la mujer, y que además sigo pensando, y no por vanidad, sino por íntima convicción, que nadie como yo sirve en estos momentos a la República española.

Clara Campoamor.
1 de Octubre de 1931

martes, 2 de octubre de 2012

Poemas I



Frío metal que estos ojos recubres
de oscuro miedo y negra vileza,
con un halo infinito de fiereza
amamantas al alma de tus ubres

Un grito acerado clavó a la herrumbre
su cuchillo, harto de vanas grandezas,
y por la hendidura huyó con firmeza
a enterrar ecos y apariencias lúgubres.

Cavar la tierra en vertical plomada
hasta arrancar del fango las entrañas
hasta agarrar el alma descarnada

Exhalar la última bocanada 
para brotar inmune a las guadañas 
para conquistar la Verdad soñada. 

María

viernes, 28 de septiembre de 2012

Conocerse a sí mismo


Conocerse a sí mismo es la culminación del saberse único en lo idéntico, que son los otros; o lo que es lo mismo, saberse idéntico en la pluralidad de lo otros. Los otros, es decir, vosotros es la referencia de mi conocimiento.

De ahí el rito, el símbolo, la analogía... El rito nos pone en relación comunitaria con los símbolos compartidos, con las ideas entrelazadas que surgen de los símbolos... El rito es la escenificación del caleidoscopio de la vida, los símbolos son los catalizadores de nuestra vivencias y pensamientos puestos en común... pero sólo el drama propio tiene pleno sentido para cada uno de nosotros... nuestro drama es único e intransferible, sólo expresable mediante experiencias que ilustramos simbólicamente...

Todo símbolo y, por tanto, todo rito - en tanto que símbolo escenificado  -promueve una doble dimensión en el trabajo masónico de ser permanentes  aprendices en búsqueda: hacia nuestro interior, como medio de focalizar nuestra reflexión -la meditación- y hacia el exterior como ilustración que tiene una fuerza comunicativa -emocional e intelectual a la vez- y que nos coloca en una espacio y en un tiempo común, en el que aprendemos a ser simples eslabones de una cadena de unión que nos desapega de nosotros mismo.

Tal vez el principio básico que puede explicar esto es la fórmula  alquímica clásica de "solve et coagula", lo que traducido en las ciencias sociales contemporánea diría: empápate de la realidad que quieres conocer, pero después distánciate de ella para poder objetivarla, para hacerla comprensible y manejable, para poder actuar en ella... para que, aún mojándose, sea uno quien la moldea en vez de ser moldeado por ella.

He dicho
Carretero.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Masones: Constructores de una nueva Civilizacion.



La destrucción forma parte de los ritmos y ciclos de la Naturaleza. El día acaba para que empiece un nuevo día, los ciclos y las etapas devienen en transformación constante, el devenir continuo es la única constante del Universo. De nada sirve oponerse a la salida del sol o al fin del verano.

Vivimos un caos civilizatorio desde mucho antes que empezáramos la crisis. Que las dos terceras partes de la Humanidad no puedan alimentarse tres veces al día o que un tercio de la población infantil no disponga de agua potable, o las más de setenta guerras declaradas en el planeta son indicadores de un caos civilizatorio que hasta que no ha llegado a la Polis no se le ha dado carta de naturaleza: Es lo que ocurre en todos los Kali-Yuga.

La Masonería ha sido un baluarte a salvo del caos porque integra el Caos en la dinámica de la Construcción, no trabaja contra la Naturaleza sino con ella, invita a ver los movimientos naturales con armonía y las dificultades como retos, por eso es una palanca no sólo personal, sino también social. La danza entre el caos y el orden es una Bella y Terrible constante de los ritmos personales y civilizatorios.

Nuestras sociedades perciben el fin de un ciclo y lo están empezando a somatizar: Actitudes de violencia y de “salvese quien pueda” afloran y la etapa disolvente dura en proporción directa a la resistencia ofrecida en contra del cambio, como a la ausencia de referentes de futuro: Un Plano de la construcción de una nueva Sociedad Multicultural, multidireccional y compleja. Se han agotado la ética de los límites, la economía de los límites, los derechos humanos como límite a la acción depredadora del hombre, la mujer y el entorno.

Los “límites” tienen que convertirse en piedras angulares. La ética de valores no deben ser límites sino epicentro de la arquitectura Política. La economía del Bien común no debe ser un límite sino el objetivo a seguir, los Derechos Humanos deben ser el Programa político de una Nueva Civilización Planetaria respetuoso con las diferencias.

La Sociedad Múltiple debe proteger las diferencias, no tolerar al límite de lo intolerable. El término tolerancia se ha agotado cuando se ha invertido su sentido y pasa a proteger a los intolerantes y muestra su insuficiencia para hacer referencia a los diferentes: No se trata de tolerar a los de raza diferente, sino de respetarles, y no se debe tolerar a los que discriminan por razón de la raza. La tolerancia en ambos casos es insuficiente.

Seamos precursores de la ética de la Differance. La Differance como valor abarcante de la multiplicidad, un escenario de protección de la differance entroniza la Libertad personal y colectiva como valor máximo, y trabaja en el sentido de la vida, armonizando los contrarios. Lo están pidiendo los acontecimientos y las nuevas formas de lucha social que parecen inclasificables en los rígidos esquemas de la ciencia politica.

El Capital implosiona por dentro porque lleva al extremo la tremenda incoherencia de alternar el discurso de la libertad absoluta que le pide al Estado con la Planificación y rigidez disciplinaria que le exige a sus empleados, La irrupción de estas entidades ha revolucionado y sobrepasado el rígido burocratismo de las Instituciones, demostrando un grado de eficiencia y agilidad que desborda con mucho la lentitud interestatal. Son ellas las que propician el fenómeno llamado “globalización”. Estas entidades, formadas por la cooperación de personas con afan de lucro de diferentes nacionalidades trabajan con conciencia planetaria, su grado de coordinación es admirable, se calcula que tan sólo nueve de estos conglomerados controlan el 66% del comercio Internacional del Planeta, . El volumen de negocio de las 100 primeras empresas Multinacionales equivale a un 25% del total del P.I.B a nivel mundial, su hiperactividad ha generado un aumento sin precedentes de instituciones destinadas a regularizar o racionalizar el volumen de vertiginosa actividades , los llamados Bancos Transnacionales mueven cientos de millones de divisas en apenas segundos de un lado a otro del planeta, y todo a través de unos pocos centros financieros:Nueva York, Tokio, Londres, París, Franckfurt, Singapur. Sus movimientos de capitales alcance el billón de dolares al día, mientras que una organización ineterestatal, que podríamos considerar poderosa, como el g/8 mueve únicamente 400.000 dolares.


Es evidente , como todos sabemos, que estas organizaciones se mueven predominantemente por afán de lucro, y que muchas veces ocasionan verdaderos estragos en el Medio Ambiente , generan la Carrera de Armamentos, o trayendo la miseria económica en Asia y África,pero también sabemos que el Mal puede aparecer para que resplandezca el bien. Vivimos en el mundo de la tecnología moderna, se producen bienes , ideas y proyectos a una velocidad cada vez más acelerada, el ritmo de la información circula OCHOCIENTAS VECES MÁS RÁPIDO que hace un siglo, las autopistas de la información permite la comunicación con personas a gran distancia en poco tiempo.Ha llegado la Civilización de la Tercera Ola, anunciada por Alvin Toffler. Si las Organizaciones transnacionales, movidos por el afán de lucro han generado lo que ya nadie discute un cambio de civilización , es hora de que Ciudadanos y ciudadanos, de todo género y nacionalidad se asocien guiados, no por el afan de lucro , sino por la Libertad , Igualdad, y Fraternidad, en la resolución de los problemas descritos,. Es necesario, y contamos con los medios tecnológicos para ello, vertebrar una Sociedad Civil Internacional, una Nueva Internacional basados en esos tres principios, que reclame la cultura de los Derechos Humanos en todos los rincones del Planeta, que la reclame como un bien común a todos los hombres y mujeres, y como límite
inexcusable de cualquier política exterior digna, la materialización de esos derechos humanos, como Patrimonio de la Humanidad, superior por tanto a cualquier interés puntual de los estados.

La Masonería tal y como la entiende el Derecho humano - Le Droit Humain, por su carácter internacional e igualitario, parece estar en una inmejorable posición para entender el momento que vivimos a escala internacional, y los retos de una globalización fraterna. Pongámonos manos a la obra. EL PLANETA NOS NECESITA.

Hno:.Lancelot:.