domingo, 18 de diciembre de 2011

No hay tiempo para el silencio

 
Hola Olivia,
Hoy es Pedro el que te escribe. Y que esta frase baste para que entiendas de donde vienen estas palabras.

Las personas pasan, las sociedades cambian y el legado es su cultura.
Nuestra cultura es la Humanidad, la busqueda de su progreso, la construcción de un lugar donde toda ella pueda ser.
Esta construcción tiene qué la erosione, el fanatismo, el egoismo, el miedo, la oscuridad.
Pero hay muchos que trabajan y ofrecen sus herramientas para darle una hora más,. Siempre una hora más. A todos ellos les agradecemos su regalo.
 Están siempre atentos, con el corazón abierto, escuchan y saben reconocer lo que sus hermanas y hermanos, que todos los somos, necesitan.
 No hay para ellos una verdad encerrada en una historia lejana, hay muchas verdades que laten en los corazones de cada uno de aquellos a los que llamamos otros.
 Pero sobre todo no tienen miedo que les vele la razón, ni el sentimiento. No hay cadenas que les inmovilicen, solo las que les unen al resto del mundo. 
 Ven lo más bonito que hay en tus ojos, y son conscientes de las sombras de tu mirada.
Y no dejan nunca de trabajar, de caminar, de crecer.

Porque cada instante que no se proteje esta construcción saben que a una niña le rompen el corazón para llenarlo de fantasmas, cada instante que no se está alerta a un niño le roban su tiempo de ser niño.

Alzan su voz allá donde están porque no hay tiempo para el silencio.
Porque el silencio no puede ser complice de las renuncias de nuestro deber.
No hay tiempo para el silencio porque saben que cada instante es un tesoro para las niñas y los niños.

No hay tiempo para el silencio porque no podemos permitir que el silencio lo llenen vuestros llantos.

He dicho

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