El Sabio con sus planos trabaja su piedra, su plan para la Gran Obra, en un silencio inteligente nacido del respeto, el rigor y la Fraternidad que siente hacia su comunidad. El Caid, ponderado y admirado, habla y habla, sintiéndose participe de la Gran Transformación escuchando lo justo y opinando en libertad.
La inquieta y ácida periodista, Fran Lebowitz dice que lo contrario de hablar no es escuchar, es esperar. Típico del momento actual y de la sociedad artística neoyorquina, paradigma de la individualidad y de la lucha por ese minuto de gloria que nos auguraba Warhol, inmersos en la vorágine de vivir el momento. Esperar para hablar, buscar un hueco para rellenar el silencio con nuestro ego, nuestra opinión, nuestra disertación.
Un hermano me ha facilitado para este artículo un texto de Unamuno grabado en un mirador de la Peña de Francia, dice así:
" Vivir allí arriba unos días en el silencio y del silencio, nosotros, los que de ordinario vivimos en el barullo y del barullo. Parecía que allí oíamos todo lo que la tierra calla, mientras nosotros, sus hijos, damos voces para aturdirnos con ellas y no oir la voz del silencio divino. Porque los hombres gritan para no oírse cada uno a si mismo, para no oirse los unos a los otros. "
Los Masones tienen su Templos, que alejados de las Canteras, han de convertirse en espacios de encuentro, donde, tal vez, podamos escucharnos en el Silencio...digo yo
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