El primer error se presenta cuando se intenta ver las logias como entes homogéneos en los que se practica un discurso único y uniforme olvidando, quienes tal creen, el viejo axioma de masones libres en logias libres. El segundo es considerar el rito como fuente de la que emana toda la ideología masónica como si este fuese determinista y no abierto a la interpretación libérrima de quienes se sirven de él como instrumento, que eso y no otra cosa son los ritos, con los que cada masón y masona trata de desbastar su piedra bruta.No voy a entrar en el primer caso señalado porque me interesa más, hoy, hablar sobre la cuestión ritualística y sus consecuencias a la hora de marcar, o no, la ideología de una Logia. Existe la creencia, bastante extendida, de que la utilización de un determinado rito predetermina toda la vida de una logia, desde los trabajos que desarrollarán hasta las posturas que defenderán en público llegado el caso.
Si aceptamos la premisa de que el trabajo masónico es, en primer lugar, un trabajo de crecimiento personal, si estamos de acuerdo en que la búsqueda del conocimiento y la verdad es uno de los motores de la masonería y que la tolerancia es algo que se entiende como inherente a la condición de masón o masona estaremos de acuerdo en que las cuestiones ideológicas van a depender más del posicionamiento personal ante los problemas de la sociedad que del rito practicado.
De lo anteriormente expuesto es fácil deducir que la Logia, como conjunto de hombres y mujeres que trabajan de forma cooperativa con el fin de llegar al más amplio conocimiento, tendrá la ideología que tengan sus miembros o, lo que será más normal, aquella que sea la suma de todas las presentes en ella y que normalmente será la que, por encima de posicionamientos partidarios, refleje la esencia de la masonería, como dice el artículo 1º de la Constitución Internacional de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, el Derecho Humano: Al proclamar Le Droit Humain (El Derecho Humano), la Orden aspira a que ambos [hombres y mujeres] logren gozar, en toda la Tierra y en forma igualitaria, de la justicia social, en una humanidad organizada en sociedades libres y fraternales.
Parece pués, bastante evidente, que no existen ritos que marquen tendencias ideológicas sino talleres que en función de la adscripción de sus miembros, si es que se da la necesaria homogeneidad, puedan posicionarse ideológicamente de una manera concreta aunque deberemos convenir en que tal identidad de pensamiento está reñido con la libertad con la que debe manifestarse todo masón o masona.
Creo que, para terminar, no sería aventurado aseverar que no existe el determinismo ideológico en función del rito practicado salvo que se quiera hacer de este un elemento de adoctrinamiento lo que, si se me permite, sería un "pecado" de lesa masonería ya que de esta manera se estarían conculcando uno de los cimientos básicos del ser masónico: la libertad.
He dicho
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