miércoles, 15 de septiembre de 2010

La Libertad


“Un alma libre de bajos instintos es una fortaleza y un refugio constante de serenidad” Marco Aurelio

Hablar de la libertad es algo complicado, pues un concepto escurridizo, sometido a múltiples significados, que han ido cambiando a lo largo de la historia, y cuyas definiciones pueden a su vez ser sometidas a un análisis que derivaría en múltiples planchas.

La palabra libertad proviene etimológicamente del latín: “libertos”, y del griego: “eleucería”, que designan la condición de hombre libre, aquel que no es esclavo. Como he dicho el concepto es complejo, pues puede referirse a diferentes esferas: expresión, reunión, personal, pública, social, religiosa....

Así mismo, según las culturas y tiempos históricos el concepto ha ido cambiando; en Grecia y Roma, y en la Edad Media, la libertad social suponía el privilegio de unos sobre el sufrimiento de otros; también se ligó libertad individual al conocimiento. Por tanto es normal que no todos veamos el término desde el mismo prima, aún entre los hermanos masones, pero el resultado último del término correctamente entendido debería ser el mismo: respeto para con uno mismo, para con sus semejantes y para con la comunidad.

Dentro de ese amplio concepto voy a distinguir dos grandes apartados, el que se refiere a las libertades externas y el que hace referencia a la libertad interna. Estando el primero mucho más claro y tratado, voy a referirme básicamente al segundo.

El masón ha de ser ante todo un hombre libre de mente, pero la práctica de la libertad va unida a indisolublemente al sentido de la responsabilidad. Antes de ejercitar nuestra libertad debemos sopesar los pros y contras de nuestras acciones, viendo que sus efectos no sean nocivos para nosotros ni para nuestros semejantes. La libertad debe ser algo que surge de dentro de uno mismo, y este es el aspecto más difícil de lograr.

Antes decía que un ser libre significaba alguien que no es esclavo, y esta definición es interna y externamente tan válida hoy como ayer. La esclavitud actual externa es sutil y toma el aspecto de modas, ideologías, convencionalismos, necesidades creadas... Éstas son las ataduras que esclavizan al hombre de hoy. Todas las cosas se convierten en tiranos cuando el hombre pasa de poseerlas a ser poseído por ellas. Pero además tenemos también ataduras internas, pues nuestras mentes se han organizado de acuerdo al medio que nos rodea y a sus influencias, y cuando estamos condicionados, no somos libres, y nuestra mente se vuelve fragmentaria, convirtiendonos en seres egocéntricos que luchan por su pequeño “yo”, su pequeña familia, y/o su pequeña nación. Por tanto el gran campo de batalla es la conquista de la libertad interna, y eso es lo que no hace realmente libres, sean cuales sean las circunstancias externas.

Cuando la mente está libre de limitaciones recupera su estado natural y original, y a ese estado podemos retornar si prestamos atención a nuestros propios pensamientos y acciones sin que las mismas nos supongan preocupación alguna. Sin inhibiciones ni urgencias, desentendida de las cosas que la rodean, la conciencia puede conservar su equilibrio y su libertad.

La libertad supone alejar de uno el temor, la ansiedad, el miedo. La libertad no la obtendremos por tanto de ningún sistema político, religioso, ético... Estos sistemas no ayudan al hombre a ser libre, sino que lo dividen.

Finalmente señalar que la libertad es una fuerza creadora latente y presente en nuestro interior. Y tengamos también presente que la libertad no es un fin, sino un medio sobre cuyo campo fértil hay que sembrar algo.

1 comentario:

Iulia Mihai dijo...

¿Y qué es exactamente eligir libremente en el amor? Amar en libertad? Seguro se refiere a un amor desinteresado, y a vencer y entender la diferencia entre el amor y el apego, entre el amor y la necesidad de poseer, de ser dueño de algo o peor, de alguien. Pero luego me pregunto: existe realmente el amor "desinteresado"? Acaso cuando amas a una persona porque a), b) y c), sigue siendo amor, o sólo el típico "amo pero no se porque lo amo", es realmente amar?
Porcierto, me ha gustado la plancha :)