viernes, 16 de octubre de 2009

Rebelión contra la pobreza


Esta semana se está celebrando la semana contra el hambre y la miseria. El sábado 17, a las seis de la tarde, en cincuenta ciudades españolas, habrá movilizaciones en el “Día Mundial contra la pobreza”. Con una crisis alimentaria en marcha, por la bajada de la producción de alimentos, se calcula que en el Mundo hay mil millones de hambrientos. Puede que la cifra ya no haga mella en nosotros. ¡Mil millones! Mil millones sin derechos humanos, mil millones de seres humanos angustiados, sin futuro y sin herramientas para crearselo.

Dice Jacques Diouf (director de la FAO): En las próximas cuatro décadas, la población mundial crecerá en 2.300 millones de personas y se hará más rica. Satisfacer la demanda de los 9.100 millones de habitantes del planeta en 2050 exigirá producir un 70% más de alimentos que hoy en día. Por tanto, a no ser que tomemos ahora las decisiones adecuadas, nos arriesgamos a que el día de mañana la despensa mundial esté peligrosamente vacía.
 
 


Construir el Templo no es construir una Torre de Marfil, blanca inmaculada y espiritual. Construir el Templo es levantar muros de felicidad y trazar caminos de libertad para todos los seres humanos. El artículo tercero de la Orden Masónica Mixta Internacional expresa claramente el fin último de la Masonería:
Respetuosos del laicismo, de todas las creencias relativas a la eternidad o a la no eternidad de la vida espiritual, sus miembros buscan, ante todo, concretar en la Tierra y para todos los humanos el máximo desarrollo moral, intelectual y espiritual, condición primera para que cada individuo pueda alcanzar la felicidad en una Humanidad fraternalmente organizada.


1 comentario:

Haxtur De As dijo...

En mi opinión, el problema reside más en como repartir que en la cantidad a repartir